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¿Qué esperan los usuarios de tu sitio?

Como sucede con todo elemento de comunicación, la planificación de un sitio web debería contemplar siempre, y en primer lugar, a sus usuarios.

Las expectativas que estos tienen son muy importantes a la hora de definir los contenidos y la manera de organizar los distintos elementos en pantalla. Tener en cuenta estas expectativas nos ayudará, no solo a generar más visitas a nuestra web, si no también a que los usuarios permanezcan en ella, naveguen, e interactuen con nosotros.

Una de las claves fundamentales para no fracasar, es la velocidad de respuesta: si nuestro sitio es lento, el usuario abandonará la web. Haz la prueba tu mismo: ¿cuanto tiempo esperas para que una página descargue todos sus contenidos?. No mucho, verdad?. Los usuarios se han vuelto cada vez más exigentes. Algunos estudios de usabilidad indican que el umbral máximo de espera de un usuario es de 10 segundos, pasados los cuales, el internauta presionará el botón “atrás”. Puede que si el usuario confía en que el sitio en cuestión le brindará mucha información relevante, esté dispuesto a esperar un poco más, pero más vale no arriesgarse. La forma de garantizar sitios veloces es cuidando al máximo todos los apectos de la programación, optimizando las imágenes para web, evitando intros inútiles y contratando un proveedor de hosting que garantice un buen servicio.

El tema de las intros merece un párrafo aparte. En general, no es recomendable usar intros porque no otorgan al usuario ningún tipo de información y solo le hacen perder el tiempo. A menos que necesites regionalizar tu web (es decir, dirigir a tu público a regiones específicas o a un idioma en particular), lo mejor es prescindir de ellas. Recuerda: cuanta más información relevante tengas en tu página de inicio, mejorarás tus posibilidades no solo con los usuarios, si no también con los motores de búsqueda.

Otro punto importante es la previsibilidad: es probable que quieras que tu sitio se destaque frente al resto, pero tienes que poner mucha atención a ciertas convenciones a las que se han acostumbrado los usuarios. La mayoría de las personas, por ejemplo, espera encontrar una barra de navegación (el menu) en la parte superior de la pantalla o a la izquierda. Muchos buscan el botón de home para volver a la página principal. Esto no significa que no esté permitido innovar, solo indica que debes evaluar bien quién es tu público para evitar que se pierdan en una organización de los contenidos que se aleje mucho de los sitios que habitualmente visitan. Un buen ejercicio es visitar las webs vinculadas a tu área de acción o tu negocio, así podrás establecer cuán convencionalizado está el formato, y cuanto margen queda para jugar con el diseño. La web de una agencia de publicidad probablemente se pueda permitir más innovaciones que la de una tienda online de productos agrícolas, ya que el público estará más dispuesto a ser sorprendido. 

Finalmente, es importante mantener actualizada la página y no dejar vacíos: no hay nada más frustrante para un internauta que llegar a una página “en construcción”. Si aún no has tenido tiempo de preparar los contenidos de determinadas secciones, es mejor no poner links hacia ellas. Procura actualizar periódicamente tu página de inicio: es la primera impresión que tendrá el usuario al ingresar a tu sitio y si cada vez que te visita encuentra lo mismo, probablemente no regrese más.